Manténgase actualizado
Ingrese un correo para recibir información sobre las más recientes novedades en métodos constructivos y actualidad normativa.
Manténgase actualizado
Ingrese un correo para recibir información sobre las más recientes novedades en métodos constructivos y actualidad normativa.
Durante décadas, el asfalto de penetración 60/70 ha sido un material esencial en la construcción de carreteras, valorado por su rentabilidad y facilidad de aplicación. Sin embargo, la industria está presenciando una transición gradual hacia el asfalto de viscosidad AC-30, lo que plantea interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo como reemplazo. Con la evolución de las demandas de rendimiento de los pavimentos, el cambio en las condiciones ambientales y los nuevos marcos regulatorios, ingenieros y tomadores de decisiones deben evaluar si el AC 30 es una alternativa superior o si el 60/70 sigue siendo una opción válida en la infraestructura moderna.
La principal diferencia entre ambos radica en sus métodos de clasificación. El asfalto 60/70 se categoriza según la profundidad de penetración de una aguja bajo condiciones estandarizadas, mientras que el AC-30 se clasifica por su viscosidad a 60°C, proporcionando una correlación directa con su desempeño en servicio.
En cuanto a propiedades mecánicas, el AC-30 muestra mayor resistencia a la deformación permanente (ahuellamiento), lo que lo hace particularmente adecuado para carreteras de alto tráfico y condiciones de temperatura extrema. Su mayor viscosidad también mejora la durabilidad del pavimento, reduciendo los requisitos de mantenimiento a lo largo del tiempo. En contraste, el asfalto 60/70 sigue siendo una opción confiable para climas moderados y aplicaciones de tráfico liviano, donde su flexibilidad y facilidad de aplicación proporcionan un desempeño adecuado a un costo inicial más bajo.
1. Estabilidad estructural y resistencia a cargas
La mayor viscosidad del AC-30 a temperaturas elevadas le permite soportar mayores cargas de tráfico con menor deformación. Este es un factor crítico en entornos urbanos con alto tráfico o en autopistas con movimiento constante de camiones pesados. Su integridad estructural mejorada se traduce en una mayor vida útil y menos intervenciones de repavimentación.
2. Adaptabilidad climática
Las fluctuaciones extremas de temperatura pueden acelerar la degradación del pavimento. La resistencia del AC-30 tanto al reblandecimiento por calor como a la fisuración por frío lo convierte en una opción más adecuada para regiones con variaciones climáticas severas. En cambio, el asfalto 60/70 funciona de manera adecuada en climas estables y moderados, donde las tensiones térmicas son menos significativas.
3. Resistencia al envejecimiento y oxidación
La oxidación provoca un aumento en la rigidez del asfalto y una menor flexibilidad con el tiempo, lo que contribuye a la aparición de grietas superficiales. El AC-30 está formulado para resistir mejor la oxidación en comparación con el 60/70, prolongando la vida del pavimento y reduciendo los costos de mantenimiento.
Un factor clave en la selección de asfalto es la eficiencia de costos, que no solo implica el gasto inicial sino también los costos de mantenimiento y ciclo de vida.
Con el creciente enfoque en la construcción sostenible, el impacto ambiental de la selección de asfalto es cada vez más relevante.
La decisión entre AC-30 y 60/70 debe basarse en los requisitos específicos del proyecto, incluyendo tráfico, clima, presupuesto y normativas vigentes. El AC-30 es una excelente opción para carreteras de alto tráfico y condiciones climáticas extremas debido a su rendimiento superior y mayor vida útil. Sin embargo, el 60/70 sigue siendo una opción viable y rentable en climas moderados y aplicaciones de tráfico ligero, donde su historial comprobado justifica su uso.
A medida que evolucionan las demandas de infraestructura, la transición hacia especificaciones basadas en el rendimiento sugiere que el AC-30 podría ganar mayor aceptación en el largo plazo. No obstante, la adopción generalizada del AC-30 dependerá de la viabilidad económica, la adaptación regulatoria y los avances en tecnología de pavimentación. Mientras tanto, ambos grados de asfalto seguirán coexistiendo, cada uno desempeñando un papel clave en la entrega de soluciones de pavimentación duraderas y rentables.